Un nuevo año ...
Se acerca Rosh Hashaná, y ya se empiezan a escuchar los saludos, y augurios con buenos deseos… “Que este año, este lleno de paz y alegrías…” “Que sea un año de tranquilidad y amor…” “Que podamos disfrutar de las cosas buenas de la vida…” etc. etc. Parecería ser que el común denominador de todos estos deseos es la paz interior, la tranquilidad mental y la capacidad para poder disfrutar de las cosas buenas. En el mundo de hoy, pueden llegar a parecer un poco utópicos estos deseos y difíciles de llegar a concretar. Lamentablemente nos toca vivir un día a día de corridas, engaños, mentiras, robos, criminalidades, y más. Pero hoy nuestro objetivo es vivir tranquilos y ser felices el próximo año, ese es nuestro deseo, y tiene que haber una manera de poder llevarlo a cabo.
La realidad es que se puede alcanzar esa tranquilidad y esa paz que, tal vez con la vida que llevamos hoy en día, la vemos tan lejana.
La clave de todo esto está en confiar. Confiar en que tenemos un D`s que está constantemente monitoreando nuestras vidas, filtrando y eligiendo personalmente cada cosa y cosa por la que tenemos que pasar. Cada dificultad en la vida es un mensaje de Hashem, está en nosotros captarlo, procesarlo y transformarlo en una enseñanza de vida.
En pocas palabras la clave de nuestra tranquilidad es saber que todo lo que Hashem hace en nuestras vidas es para bien, todo! Como un niño que confía en su padre plenamente porque sabe que todo lo que el padre hace por el es para su bien, aún si algún día tiene que privarse de algo y pasar por algún aparente sufrimiento es todo por su ultimo bien. El chico no está preocupado por la cotización del dólar, por pagar el colegio, por llegar a fin de mes. El sabe que tiene un padre atrás en el que puede apoyarse y confiar plenamente que nunca le va a faltar nada. Cuánto más nosotros deberíamos estar despreocupados teniendo al Padre de los Padres, al Rey de los Reyes, a El que maneja el mundo en quien confiar. La Emuná es la base de la tranquilidad de la persona. Cuando uno tiene Emuná, cuando sabe que todo por lo que esta pasando es para su ultimo bien, no esta enojado, no se hace mala sangre. Sabe que tal vez hoy se esta privando de algo para poder mañana disfrutar de algo mejor… que esta plata que hoy pierdo en el trabajo es plata que tengo que perder por alguna macanita que hice y mejor que se vaya por el negocio y no en la salud. Si pudiéramos direccionar todos nuestros pensamientos de esta manera nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza. Y más aún, cuando Hashem ve que confiamos en El, siente más responsabilidad para con nosotros de no defraudarnos. Bajando el ejemplo a nosotros como cuando a uno le dicen vos encargate de todo que yo confío en vos…uy! Es tremendo eso, es una responsabilidad enorme ya que el otro está depositando toda su confianza en mí, tengo mucha más presión por no defraudarlo, por lo tanto voy a hacer todo mi mayor esfuerzo para darle lo mejor. De esta manera se comporta Hashem con nosotros. Cuanto más nosotros depositamos nuestra confianza en El, cuanto más Emuná tenemos de que todo lo que esta pasando tiene un ultimo fin que es bueno, que quizás ahora no puedo verlo, pero confío en que es asi, tengo Fé en Hashem de que el no me va a dejar solo, ahí es cuando vemos milagros! Ahí es cuando Hashem dice uy, esta persona confío en mí, tengo que darle lo mejor, no puedo defraudarla. Ahí es cuando los problemas empiezan a desaparecer, a asomar la luz de entre la oscuridad, a mejorar el panorama. Pero si por el contrario nosotros nos queremos hacer cargo de todo, nosotros somos los todopoderosos, entonces Hashem se abre del problema y nos dice, OK, encargate vos!
Pero si en cambio nosotros nos creemos los únicos salvadores de nosotros mismos entonces ahí si, viene la angustia, los nervios, el enojo, y todos los sentimientos de culpa que devienen de que al creerme que yo soy el que hago y deshago, también me creo que los problemas que tengo son por mi culpa y las soluciones que no puedo encontrar también son por mi culpa. Y eso destruye a la persona.
Cabe aclarar que la persona esta obligada a poner todo su esfuerzo en resolver situaciones o encarar proyectos, pero a lo que apuntamos aquí es que cuando la persona ya no tiene más nada por hacer o para remediar la situación, cuando esta fuera de su alcance, ahí solo le resta tener Emuná y no dejar que los sentimientos de amargura se apoderen de ella.
Tengamos Emuná Shelema, confiemos en Hashem como confiábamos en nuestros padres cuando éramos chicos, que no les preguntábamos como íbamos a hacer para comer en dos días, nosotros hacíamos nuestra parte que era ir al colegio y simplemente confiábamos en que a la hora de la cena iba a estar la comida puesta en la mesa. Todo el propósito de Rosh Hashaná es coronar a Hashem, hacerlo nuestro Padre, nuestro Rey. Confiemos sin cuestionamientos, sepamos que Hashem maneja el mundo, El puede darnos lo que sea. De nosotros depende al depositar o no nuestra confianza en El.
Shaná Tová!
La realidad es que se puede alcanzar esa tranquilidad y esa paz que, tal vez con la vida que llevamos hoy en día, la vemos tan lejana.
La clave de todo esto está en confiar. Confiar en que tenemos un D`s que está constantemente monitoreando nuestras vidas, filtrando y eligiendo personalmente cada cosa y cosa por la que tenemos que pasar. Cada dificultad en la vida es un mensaje de Hashem, está en nosotros captarlo, procesarlo y transformarlo en una enseñanza de vida.
En pocas palabras la clave de nuestra tranquilidad es saber que todo lo que Hashem hace en nuestras vidas es para bien, todo! Como un niño que confía en su padre plenamente porque sabe que todo lo que el padre hace por el es para su bien, aún si algún día tiene que privarse de algo y pasar por algún aparente sufrimiento es todo por su ultimo bien. El chico no está preocupado por la cotización del dólar, por pagar el colegio, por llegar a fin de mes. El sabe que tiene un padre atrás en el que puede apoyarse y confiar plenamente que nunca le va a faltar nada. Cuánto más nosotros deberíamos estar despreocupados teniendo al Padre de los Padres, al Rey de los Reyes, a El que maneja el mundo en quien confiar. La Emuná es la base de la tranquilidad de la persona. Cuando uno tiene Emuná, cuando sabe que todo por lo que esta pasando es para su ultimo bien, no esta enojado, no se hace mala sangre. Sabe que tal vez hoy se esta privando de algo para poder mañana disfrutar de algo mejor… que esta plata que hoy pierdo en el trabajo es plata que tengo que perder por alguna macanita que hice y mejor que se vaya por el negocio y no en la salud. Si pudiéramos direccionar todos nuestros pensamientos de esta manera nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza. Y más aún, cuando Hashem ve que confiamos en El, siente más responsabilidad para con nosotros de no defraudarnos. Bajando el ejemplo a nosotros como cuando a uno le dicen vos encargate de todo que yo confío en vos…uy! Es tremendo eso, es una responsabilidad enorme ya que el otro está depositando toda su confianza en mí, tengo mucha más presión por no defraudarlo, por lo tanto voy a hacer todo mi mayor esfuerzo para darle lo mejor. De esta manera se comporta Hashem con nosotros. Cuanto más nosotros depositamos nuestra confianza en El, cuanto más Emuná tenemos de que todo lo que esta pasando tiene un ultimo fin que es bueno, que quizás ahora no puedo verlo, pero confío en que es asi, tengo Fé en Hashem de que el no me va a dejar solo, ahí es cuando vemos milagros! Ahí es cuando Hashem dice uy, esta persona confío en mí, tengo que darle lo mejor, no puedo defraudarla. Ahí es cuando los problemas empiezan a desaparecer, a asomar la luz de entre la oscuridad, a mejorar el panorama. Pero si por el contrario nosotros nos queremos hacer cargo de todo, nosotros somos los todopoderosos, entonces Hashem se abre del problema y nos dice, OK, encargate vos!
Pero si en cambio nosotros nos creemos los únicos salvadores de nosotros mismos entonces ahí si, viene la angustia, los nervios, el enojo, y todos los sentimientos de culpa que devienen de que al creerme que yo soy el que hago y deshago, también me creo que los problemas que tengo son por mi culpa y las soluciones que no puedo encontrar también son por mi culpa. Y eso destruye a la persona.
Cabe aclarar que la persona esta obligada a poner todo su esfuerzo en resolver situaciones o encarar proyectos, pero a lo que apuntamos aquí es que cuando la persona ya no tiene más nada por hacer o para remediar la situación, cuando esta fuera de su alcance, ahí solo le resta tener Emuná y no dejar que los sentimientos de amargura se apoderen de ella.
Tengamos Emuná Shelema, confiemos en Hashem como confiábamos en nuestros padres cuando éramos chicos, que no les preguntábamos como íbamos a hacer para comer en dos días, nosotros hacíamos nuestra parte que era ir al colegio y simplemente confiábamos en que a la hora de la cena iba a estar la comida puesta en la mesa. Todo el propósito de Rosh Hashaná es coronar a Hashem, hacerlo nuestro Padre, nuestro Rey. Confiemos sin cuestionamientos, sepamos que Hashem maneja el mundo, El puede darnos lo que sea. De nosotros depende al depositar o no nuestra confianza en El.
Shaná Tová!
posted by Dalila koldorff at
4:15 p. m.
