Compartiendo tora y alguna que otra cosa

domingo, julio 08, 2007

EN LA DIVERSIDAD ESTA LA PERFECCIÓN

Dios estaba en el cielo mirando cómo
actuaban los hombres en la tierra.
Entre ellos la desolación reinaba.
¡Más de 6 mil millones se seres humanos
son pocos para alcanzar la magnificencia
divina del amor! Suspiró el Señor.

El Padre vio tantos humanos en guerra,
esposos y esposas que no contemplaban
sus carencias, ricos y pobres apartados,
sanos y enfermos distantes, libres y
esclavos separados, que un buen día
reunió un ejército de ángeles y les dijo:

¿Veis a los seres humanos?
¡Necesitan ayuda!
Tendréis que bajar vosotros a la tierra.

¿Nosotros? Dijeron los ángeles ilusionados,
asustados y emocionados, pero llenos de fe.

Si, vosotros sois los indicados.
Nadie más podría cumplir esta tarea.
¡Escuchad!:

Cuando cree al hombre, lo hice a imagen
y semejanza mía, pero con talentos
especiales cada uno.
Permití diferencias entre ellos para que
juntos formasen el reino. Así lo planee.
Unos alcanzarían riquezas para compartir
con los pobres. Otros gozarían de buena
salud para cuidar a los enfermos.
Unos serian sabios y otros, muy simples
para procurar entre ellos sentimientos
de amor, admiración y respeto.
Los buenos tendrían que rezar por los que
actuaran como si fueran malos.
El paciente toleraría al neurótico.

En fin, mis planes deben cumplirse para que
el hombre goce, desde la tierra, la felicidad
eterna. Y para hacerlo:
¡vosotros bajaréis con ellos!


¿De que se trata?
Preguntaron los angeles inquietos.

Entonces el Señor explicó su deber.
Como los hombres se han olvidado de que
los hice distintos para que se complementasen
unos a otros y así formaran el cuerpo de
mi hijo amado; como parece que no se dan cuenta
de que los quiero diferentes para lograr
la perfección, bajarán ustedes con francas
distinciones.

Y dió a cada uno su tarea:


-Tu tendrás memoria y concentración
de excelencia: serás ciego.

-Tu serás elocuente con tu cuerpo y
muy creativo para expresarte: serás sordomudo.

-Tu tendrás pensamientos profundos,
escribirás libros, serás poeta:
tendrás parálisis cerebral.

- A ti te daré el don del amor y
serás su persona, habrá muchos otros
como tú en toda la tierra y no habrá
distinción de raza porque tendrás la cara,
los ojos, las manos y el cuerpo como
si fueran hermanos de sangre:
tendrás Síndrome de Down.

- Tu serás muy bajo de estatura y tu simpatía
y sentidos del humor llegaran al cielo:
serás gente pequeña.

- Tu disfrutarás la creación tal como
lo planee para los hombres:
tendrás discapacidad intelectual.

- Y mientras otros se preocupan por los
avances científicos y tecnológicos,
tu disfrutaras mirando a una hormiga,
una flor. Serás muy feliz, muy feliz
porque amarás a todos y no harás
juicios de ninguno. Tu vivirás en la tierra,
pero tu mente se mantendrá en el cielo:
preferirás escuchar mi voz a la de los hombres:
tendrás autismo.

-Tu serás como ninguno, te faltarán los brazos
y harás todo con las piernas y boca.

Al último ángel le dijo:

-Serás genio; te quitare las alas antes de llegar
a la tierra y bajarás con la espalda ahuecada.

-Los hombres repararán tu cuerpo,
pero tendrás que ingeniártelas para triunfar.
Tendrás mielomeningocelle que significa:
miel que vino del cielo.

Los ángeles se sintieron felices con la
distinción del Señor, pero les causaba
enorme pena tener que apartarse del
cielo para cumplir su misión.

¿Cuánto tiempo viviremos sin verte?
¿Cuánto tiempo lejos de tí?

-No os preocupéis, estaré con vosotros
todos los días. Además, esto durará
sólo entre 60 y 80 años terrenos.

-Está bien, Padre. Será como dices.
80 años son un instante en el reloj eterno.
Aquí nos vemos un ratito, dijeron los
ángeles al unísono y bajaron a la tierra
emocionados.

Cada uno llegó al vientre de una madre,
ahí se formaron durante 6, 7, 8, ó 9 meses,
al nacer fueron recibidos con profundo dolor,
causaron miedo y angustia.
Algunos padres rehusaron la tarea;
otros la asumieron enojados; otros se echaron
culpas hasta disolver su matrimonio y otros
mas lloraron con amor y aceptaron el deber.
Sea cual fuere el caso, como los ángeles
saben de su misión y sus virtudes son la fe,
la esperanza y la caridad, además de otras,
todas gobernadas por el amor, ellos han sabido
perdonar, y con paciencia pasan la vida
iluminando a todo aquel que los ha querido amar.


Siguen bajando ángeles a la tierra con
espíritus superiores en cuerpos limitados y
seguirán llegando mientras haya humanidad
en el planeta.
Dios quiere que estén entre nosotros para
darnos la oportunidad de trabajar con ellos,
para aprender de ellos.

Y, trabajar es servir;

SERVIR ES VIVIR

y vivir es AMAR, porque la vida se nos
dió para eso. El que no vive para servir,
no sirve para vivir.