¿De generacion en generacion mediante el arte culinario?
Vivir el judaísmo es como hacer un té.
Nuestros antepasados lo sabían muy bien...
Cada generación tomaba su saquito
de te y preparaba la sagrada infusión.
Los padres se enorgullecían
de enseñarles a sus propios hijos a preparar
su propio te.
Pero ocurrió hace un tiempo
no muy lejano
que el bisabuelo no pudo enseñarle
a su hijo a preparar té, porque este
abandono Europa en busca de
pan y paz y su padre solo alcanzo
a darle su saquito ya usado...
El abuelo,inmigrante ,trajo
El saquito de té de su padre
Y con él vivió su judaísmo lo mejor que pudo.
Las urgencias por sobrevivir
En un nuevo país le restaron las
Oportunidades para aprender a hacer té
Por su cuenta.
No tuvo otro remedio que entregarle
A su hijo el mismo saquito que él que
Había recibido de su padre.
El color y el sabor del judío se diluían.
Cada vez más.
Y ya se hizo muy difícil para el bisnieto
Apreciar en el té la esenacia que valiera
La pena ser preservada y transmitida...
Hoy, que gracias a hashem tenemos paz
y pan es el momento de disfrutar
Nuestro elixir espiritual.
Vivirlo con un saquito nuevo para volver a apreciar su sabor, su color, y su hermoso aroma.
Nuestros antepasados lo sabían muy bien...
Cada generación tomaba su saquito
de te y preparaba la sagrada infusión.
Los padres se enorgullecían
de enseñarles a sus propios hijos a preparar
su propio te.
Pero ocurrió hace un tiempo
no muy lejano
que el bisabuelo no pudo enseñarle
a su hijo a preparar té, porque este
abandono Europa en busca de
pan y paz y su padre solo alcanzo
a darle su saquito ya usado...
El abuelo,inmigrante ,trajo
El saquito de té de su padre
Y con él vivió su judaísmo lo mejor que pudo.
Las urgencias por sobrevivir
En un nuevo país le restaron las
Oportunidades para aprender a hacer té
Por su cuenta.
No tuvo otro remedio que entregarle
A su hijo el mismo saquito que él que
Había recibido de su padre.
El color y el sabor del judío se diluían.
Cada vez más.
Y ya se hizo muy difícil para el bisnieto
Apreciar en el té la esenacia que valiera
La pena ser preservada y transmitida...
Hoy, que gracias a hashem tenemos paz
y pan es el momento de disfrutar
Nuestro elixir espiritual.
Vivirlo con un saquito nuevo para volver a apreciar su sabor, su color, y su hermoso aroma.